Hemorroides externas: ¿cómo tratarlas rápidamente? Cremas, suplementos y otras soluciones

Jean-Pierre Pastriconi

Las hemorroides externas afectan al 75% de la población a lo largo de su vida. Pueden estar causadas por el embarazo, una dieta pobre en fibra, estreñimiento y otras afecciones.

Hay varias formas de aliviar las hemorroides externas: cremas, suplementos y medicación oral, cirugía y cambios en el estilo de vida.

Nota: La información presentada en este artículo se facilita únicamente con fines informativos y no constituye asesoramiento, diagnóstico o tratamiento médico profesional. Consulte siempre a un médico o profesional sanitario cualificado cualquier duda relacionada con una afección o tratamiento médico.

Cremas y soluciones tópicas

Los tratamientos locales (cremas, pomadas, supositorios) son la primera línea de defensa para un alivio rápido. La mayoría pueden adquirirse sin receta (excepto los que contienen corticoesteroides).

Existen varios enfoques para el tratamiento local de las hemorroides, y muchas cremas utilizan una combinación de estos enfoques:

  • Efecto anestésico: los enfermos de hemorroides suelen buscar un alivio rápido del dolor/picazón. Por ello, muchas cremas contienen anestésicos como la lidocaína.
  • Veinotónicos : favorecen la circulación sanguínea, reduciendo así la presión alrededor de las venas hemorroidales. Se pueden encontrar en fórmulas naturales, por ejemplo con fragón, acebo o castaño de Indias.
  • Corticoides locales : ayudan a reducir el edema y la inflamación asociados a las hemorroides.
  • Lubricantes: suelen administrarse en forma de supositorios, facilitan la defecación y reducen la presión sobre la pared anal, lo que puede ayudar a aliviar las hemorroides.

Las cremas tópicas pueden proporcionar un alivio agradable durante un ataque hemorroidal. Sin embargo, no se ha demostrado que prevengan las recidivas a largo plazo, por lo que no se recomienda su uso prolongado.

En particular, las cremas de cortisona no deben utilizarse durante más de unos días sin consejo médico, ya que su uso prolongado puede provocar irritación o adelgazamiento de la piel. Del mismo modo, los anestésicos locales conllevan un riesgo (poco frecuente) de alergia local.

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Suplementos orales y medicamentos

Los complementos alimenticios y los medicamentos orales pueden ser muy eficaces en el tratamiento de las hemorroides externas. Aunque pueden tardar varios días en hacer efecto, tratan el problema de fondo abordando las causas subyacentes.

Existen varios tipos de complementos alimenticios y medicamentos para tratar las hemorroides externas:

  • Suplementos para el tránsito: los suplementos dietéticos que favorecen el tránsito (como el psilio o ciertos probióticos) pueden ser muy eficaces en el tratamiento de la enfermedad hemorroidal. Un metaanálisis de 378 pacientes muestra que los suplementos de fibra dietética reducen las hemorragias en un 50% y el riesgo de recurrencia en un 47%.
  • Venotónicos: al favorecer una buena circulación sanguínea, los venotónicos pueden reducir la presión anal y ayudar a curar los ataques hemorroidales. Los venotónicos pueden estar disponibles en forma artificial o natural (castaño de indias, fragón, acebo pequeño). Numerosas publicaciones indican la eficacia del castaño de Indias para aliviar los ataques hemorroidales.
  • Flavonoides: también pueden tener priopiedades venotónicas, así como propiedades antiinflamatorias que pueden favorecer la cicatrización. Un metaanálisis de 14 ensayos controlados (en los que participaron 1.514 pacientes) demostró que los flavonoides reducían significativamente el riesgo de persistencia de los síntomas o la falta de mejoría en comparación con un placebo (reducción relativa del 58%), así como la frecuencia de hemorragias, dolor y prurito durante un ataque. Los flavonoides se encuentran en muchos alimentos, como el té negro, el chocolate y el perejil.

Tradicionalmente, se ha pensado que ciertos alimentos que mejoran la circulación hepática (desbloqueando la vena porta) podrían ayudar a aliviar la enfermedad hemorroidal. Sin embargo, las últimas investigaciones publicadas parecen sugerir que la presencia de hemorroides no está directamente relacionada con la circulación hepática.

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Intervenciones quirúrgicas

En los casos más graves y persistentes (entre el 5% y el 10% de los casos), puede ser necesaria la intervención médica. En general, estos métodos se consideran muy eficaces, pero pueden ser engorrosos y conllevar convalecencia.

La cirugía también es más frecuente en las hemorroides internas.

Existen varios métodos quirúrgicos para tratar las hemorroides:

  • Ligadura elástica : el principio consiste en colocar un pequeño anillo elástico en la base del paquete hemorroidal interno para cortar el flujo sanguíneo. El segmento ligado se necrosa y cae en unos días, y en 2 ó 3 semanas se forma una cicatriz que fija la mucosa y reduce el volumen de las hemorroides. Los estudios indican una tasa de éxito del 70-90%, sin síntomas 3 años después de la ligadura.
  • Extirpación de una trombosis externa: Cuando la hemorroide externa forma un coágulo de sangre doloroso (trombosis), una solución quirúrgica rápida es extirpar el coágulo. La intervención, que se realiza de forma ambulatoria con anestesia local, consiste en incidir en la piel y extirpar el coágulo y la bolsa venosa distendida que lo rodea. Esta intervención alivia inmediatamente el dolor y acelera la cicatrización, sobre todo si se realiza en las 72 horas siguientes a la aparición de la trombosis.
  • Hemorroidectomía quirúrgica: es el procedimiento más radical, reservado para las formas graves (hemorroides prolapsadas irreductibles, hemorragias crónicas que provocan anemia o fracaso de otros tratamientos). La hemorroidectomía consiste en extirpar la totalidad de los paquetes hemorroidales. Se realiza en quirófano, con anestesia local o general, y suele ser ambulatoria (alta el mismo día). Esta cirugía ofrece el mayor índice de curación a largo plazo, a costa de una convalecencia más dolorosa (dolor al defecar durante 1 ó 2 semanas). 

Prevenir las recidivas: consejos prácticos para la vida cotidiana

Una vez superado un ataque hemorroidal, el objetivo es evitar otro. Aquí tienes algunos consejos que te ayudarán a evitar una recaída:

  • Dieta rica en fibra: Adopte una dieta rica en fibra dietética (fruta, verdura, cereales integrales) para ablandar las heces y facilitar su evacuación. Se recomienda una ingesta deal menos 25-30 g de fibra al día para los adultos. Consulte nuestro artículo detallado sobre fuentes de fibra.
  • Hidratación adecuada: Beba suficiente agua a lo largo del día (al menos 1,5 L, incluso 2 L al día). Una buena hidratación, junto con la fibra, ayuda a ablandar las heces y a prevenir el estreñimiento. Limite el alcohol y el exceso de bebidas con cafeína, que pueden provocar deshidratación e irritación digestiva.
  • Cuidar la higiene local: Después de cada visita al baño, limpie suavemente la zona anal con agua tibia o papel higiénico húmedo que no irrite. También recomendamos secar con palmaditas en lugar de frotar.
  • Vaya con regularidad, sin forzarse: no retrase las ganas de ir al baño, que pueden endurecer las heces. Adopte buenos hábitos a la hora de ir al baño: evite permanecer sentado demasiado tiempo o hacer demasiada fuerza. Un consejo que se sugiere a menudo es elevar ligeramente los pies (por ejemplo, con un pequeño taburete: el método squatty-potty) para adoptar una posición en cuclillas, que puede facilitar la evacuación sin un esfuerzo excesivo.
  • Actividad física: algunos estudios sugieren queejercitar los músculos de Kegel (del suelo pélvico) puede ayudar a reducir las fisuras anales y las hemorroides... Por otro lado, evita levantar objetos pesados de forma repetitiva, ya que aumentan la presión abdominal, y las actividades sedentarias prolongadas (no permanezcas sentado durante horas sin descanso).

Lo más importante: consultar a un médico

Sea cual sea su enfoque, si padece hemorroides, consulte a un médico o farmacéutico. Son las personas más indicadas para darte una receta y un plan de tratamiento personalizado y adaptado a tus síntomas.

Consultar a profesionales médicos cuando se padecen hemorroides puede parecer incómodo, pero este temor es infundado: los médicos y farmacéuticos están acostumbrados a tratar estos casos a diario, ya que son extremadamente frecuentes.

Fuentes :

Higuero, T. (2014). Recomendaciones para la práctica clínica en el tratamiento de la enfermedad hemorroidal Texto breve. Colon y recto8(2), 105-109.

Alonso-Coello, P., Mills, E. D., Heels-Ansdell, D., López-Yarto, M., Zhou, Q. I., Johanson, J. F., & Guyatt, G. (2006). Fibra para el tratamiento de las complicaciones de las hemorroides: una revisión sistemática y meta-análisis. Revista oficial del Colegio Americano de Gastroenterología| ACG101(1), 181-188.

Hippocastanum, H. H. T. A. (2018). Aesculus hippocastanum (Escina, castaño de indias) en el tratamiento de la enfermedad hemorroidal. Turk J Colorectal Dis, 28, 54-57.

Alonso-Coello, P., Zhou, Q., Martinez-Zapata, M. J., Mills, E., Heels-Ansdell, D., Johanson, J. F., & Guyatt, G. (2006). Meta-analysis of flavonoids for the treatment of haemorrhoids. Journal of British Surgery, 93(8), 909-920.

Fundación Mayo para la Educación e Investigación Médica (2023, 25 de agosto). Hemorrhoids. Clínica Mayo. https://www.mayoclinic.org/diseases-conditions/hemorrhoids/diagnosis-treatment/drc-20360280

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